miércoles, diciembre 03, 2008

BIOCRISIS



La crisis económica golpea a todos los países avanzados, pero en ninguno como en España está dejando una factura tan elevada en el peor de los índices, el del desempleo. Octubre y noviembre han batido récords en aumento de parados registrados en las oficinas de empleo. Hace un año habría parecido una locura; hoy es la más dura realidad de la crisis. Hace un año había poco más de dos millones de parados; hoy, casi tres. Un salto que se ha dado batiendo un récord tras otro (El País, 3/12/208)

Que haya crisis es algo opinable según el Sr. Zapatero. Luego es algo subjetivo. No pertenece al ámbito de la realidad sino al de la conciencia. Nos movemos en el parecer, en el cristal según con que se mire. Así, el conocimiento no es posible donde no hay parámetros verdaderos y sin conocimiento no hay capacidad de acción.
El Sr. Zapatero advierte que la crisis es un concepto propio de los economistas, los cuales ni siquiera se ponen de acuerdo en su definición. El Sr. Zapatero traslada un hecho real, la carestía económica que nos afecta, a una discusión académica. Utiliza un metalenguaje, es decir, habla del concepto de crisis para no hablar de sus problemas. Admite, faltaría más, que los ciudadanos tienen dificultades pero es opinable que estas se deban a la crisis puesto que sobre el particular no hay resolución alguna. Y si no hay crisis, el gobierno no es responsable (¿o es irresponsable por no saberlo?)
Argumenta el Sr. Zapatero que la economía crecerá en torno al 2% como muestra de buena salud cuando crecía por encima del 3%. Banqueros y empresarios saben que cuando los beneficios decrecen algo va mal. Nunca dicen hemos dejado de ganar un 10% sino hemos perdido un 10%. El Sr. Zapatero razona al contrario que ellos con la economía de todos nosotros, obviando un hecho: para mantener nuestro nivel de vida o, si queremos, nuestra garantía económica ciudadana, a falta de una renta básica de ciudadanía que lo haga, necesitamos crecer por encima de ese 3% porque por debajo está la crisis. Obviar esto, cualesquiera que sean las causas de la misma, es engañar al personal.
Como la mayoría no somos economistas nos será difícil discutir sobre el concepto en sí pero no sobre los efectos que produce dado que su afección incide sobre todos los ámbitos de la vida. La crisis es biocrisis. Los que no somos economistas entendemos que la crisis es el estado en que nuestro nivel de vida se ve comprometido por motivos económicos ajenos a nosotros sobre los cuales no tenemos decisión. O si se quiere una expresión más social, el estado en el que el conjunto de la ciudadanía, hoy la ciudadanía es global, advierte que se está produciendo un regresión, temporal o involutiva, en sus derechos, económicos, sociales, ambientales..., digamos bioderechos.
Pero el hombre que ignora que ‘la moneda quema el beso de prodigio y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán’, el hombre cuyo café cuesta solo 80 céntimos, no tiene más que una opinión.

Publicado en Cuatro Esquinas º616